Las 3 principales barreras para escribir un blog

Escribir y desarrollar un blog para tu negocio es fundamental. Pero no es automático. Aquí van las tres barreras para escribir un blog más recurrentes

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4 min.

Un blog para tu negocio

Todo el mundo te dice que un blog para tu negocio es importante. Que te ayudará a posicionar tu web y tus servicios de manera efectiva y consistente. Que ayudará a tus clientes potenciales a encontrarte cuando busquen soluciones a sus problemas o necesidades en la red.

Cada día millones de personas usan internet para eso, precisamente. No hace falta marearse con porcentajes. Es una evidencia y seguro que tú también lo haces habitualmente.

Y, además, todo el mundo habla de marketing de contenidos y de copywriting, y es por algo. Así que, «vale, pongamos un blog en nuestro negocio».

Pero entonces llegan los problemas. ¿Seremos capaces de escribir? ¿Lo haremos de manera continuada o acabaremos desistiendo después de unas semanas? Y, sobre todo: ¿de qué escribir?

Existen 3 grandes barreras para escribir un blog. Y son las siguientes:

El blog es una pieza básica de cualquiera emprendemento digital. Icono: flaticon.com

La falta de hábito de escribir

La primera de las barreras que encontramos a la hora de convencer a un cliente para escribir un blog es que, en general, son pocas las personas con el hábito de escribir. Esto es así. No debería serlo, pero lo es.

Es culpa del tipo de educación que recibimos tradicionalmente. Una educación centrada en la memorización de datos, en lugar de en desarrollar habilidades para buscar y relacionar información, sacar conclusiones y comunicarlas.

Pero también es culpa nuestra. Hay que admitirlo. Porque el dominio de las técnicas de comunicación no cae del cielo. Hay que cultivarlas. Exige tiempo y dedicación. Esfuerzo. Y, en general, no lo hacemos.

Como resultado, tantas y tantas personas sienten una especie de vértigo ante el papel en blanco. Sudor frío, palpitaciones, cierta desorientación de no saber ni por dónde comenzar. En una palabra: pánico.

El pánico es la principal barrera para escribir. En general, para cualquier actividad humana. Y cuando se trata de escribir, de redactar un copy, un texto persuasivo, esa barrera pone en tela de juicio nuestras propias capacidades.

¿Seré capaz de escribir sobre esto? ¿Voy a ser capaz de hacerme entender? ¿Y si al público no le interesa lo que cuento, o no le gusta cómo lo cuento?

En realidad, esas preguntas paralizantes están presentes en cada ejercicio de escritura. No atacan sólo a escritores amateurs o a personas que acaban de comenzar a escribir. Atacan también a hombres y mujeres que llevan toda la vida escribiendo o que incluso han hecho de eso su profesión.

La buena noticia es que vivimos inmersos en textos. Lo que significa que ese pánico puede ser derrotado. ¿Cómo? Con práctica. No hay más.

Es como dicen las abuelas: a caminar se aprende caminando. Así que ya sabes: comienza a escribir y no te detengas.

Construye un hábito de escribir y verás como, antes de lo que imaginas, el pánico al papel en blanco o al cursor que parpadea en una pantalla vacía acaban dando paso a las palabras.

La falta de habilidad para comunicar

Como todo en esta vida, escribir es también una habilidad que se consigue con la práctica. Porque, si no escribes nunca, ¿cómo vas a escribir ahora? Estamos hablando de escribir para explicar una idea — una propuesta de valor —, no de hacer una lista de la compra.

Pero, ojo: tampoco hablamos de escribir una novela, ni un artículo para un periódico. De lo que hablamos es de escribir para convencer. Para persuadir de que nuestra marca, nuestro producto o nuestro servicio es útil, resuelve necesidades y, además, resulta perfecto para quien está leyendo eso.

Escribir para cautivar, en resumen.

Derivada del primer problema, que es la falta de hábito, está la segunda de las barreras para escribir un blog que más encontramos. La falta de técnica. Escribir para cautivar no es cuestión de magia. Es cuestión de técnica.

El copywriting es la disciplina que se dedica a definir, pulir y poner en práctica esas técnicas, precisamente. El objetivo es lograr una escritura persuasiva y orientada a convertir visitantes en contactos y, eventualmente, en clientes, que es lo que todas y todos necesitamos.

En otras palabras: lograr que los textos que ponemos en una campaña, en nuestra web o en las redes sociales hagan lo mismo que haríamos nosotros en persona: vender.

Como en la barrera anterior, a comunicar se aprende con práctica. E investigando. Existen técnicas que ayudan, palabras que son más poderosas que otras. También existen expresiones y giros que es mejor evitar, y palabras más débiles. Sobre eso iremos publicando más posts aquí, para ayudarte en tu entrenamiento como copywriter (todo el mundo es copywriter, aunque no quiera).

Si quieres recibir toda esa información directamente en tu correo electrónico, deja tus datos en la caja azul que acompaña este texto. O puedes pasarte por este blog cada cierto tiempo para revisar qué hay de nuevo.

La falta de inspiración

Por último, la tercera de las barreras para escribir un blog es la falta de inspiración. A veces existe el hábito de escribir e incluso se tiene una cierta habilidad para hacerlo. Pero no se sabe sobre qué escribir.

Es decir: el blog de un restaurante, por ejemplo, puede publicar una serie de artículos sobre sus platos, sobre sus valores como marca, sobre su servicio de cenas de empresa o de catering, etc. ¿Y después? ¿Qué escribir después?

La falta de inspiración es un problema recurrente, pero también en esto hay buenas noticias. Suele estar en relación con la falta de planificación, y con tomarse demasiado al pie de la letra la idea de escribir sobre nuestro negocio.

Escribir sobre nuestro negocio no es sólo escribir de lo que pasa de puerta para dentro. Volviendo al ejemplo del restaurante: ese restaurante tiene proveedores. Imaginemos que obtiene los alimentos y los ingredientes de productores locales. Puede que incluso tenga una política de agua kilómetro cero. Y esos son temas que pueden servir perfectamente para continuar comunicando.

Porque, aunque no hablen específicamente del restaurante, sí hablan sobre los valores que encarna. Y, bien tratados, esos temas pueden colocar el negocio en el segmento de clientes perfecto: personas que quieren cuidar lo que comen, que valoran los productos de cercanías y de calidad y apuestan por un futuro más ecológico. Y todo eso hablando sólo — aparentemente — de los productores locales.

Sobre la falta de inspiración vamos a publicar en breve un post específico con 5 técnicas esenciales para recuperar la capacidad de producir contenidos. Son técnicas testadas y que nosotros mismos usamos cuando realizamos trabajos para otras empresas, marcas y negocios. Y te ayudarán a desbloquearte.

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