A veces llegan a nosotros personas con una web en funcionamiento que se quejan de que no les está sirviendo para nada. Aquí somos del firme convencimiento de que cualquier cosa que no ayude, estorba. Y, claro, una web que no sirve, que no convierte visitas en clientes, pues, efectivamente, estorba.
Así que realizamos auditorías de usabilidad y rendimiento web, así como de estructuración de la información y copywriting. Y estos son los 7 errores web que más detectamos.
Como se suele decir: no están todos los que son, pero son todos los que están. Y los publicamos aquí porque, para corregir algunos de ellos, no es necesario ningún servicio específico. Normalmente, es suficiente con pararse a reflexionar sobre el uso que queremos dar a la herramienta, detectar estas deficiencias recurrentes y ponerse manos a la obra de verdad.
Pero este post no es sólo para quien ya tiene su web en marcha. Queremos que te resulte útil también si estás pensando en construir tu casa en internet. Si evitas estos 7 errores web desde el inicio y tienes una estrategia digital bien fundamentada, verás resultados enseguida. Garantizado.
Errores Web (1): diseño defectuoso y mala estructuración
Comencemos por el error mas común de todos. No entender en qué consiste el diseño web.
El diseño web no va sólo de que una página resulte atractiva. Ni siquiera va principalmente sobre eso. El objetivo real del diseño web es estructurar la información de la mejor manera posible, para que pueda encontrarse con facilidad, leerse con facilidad y ser interiorizada con facilidad. Se trata, por lo tanto, de dar «facilidades» a quien la visita. ¿Para qué? Para que encuentre lo que busca. Para que pueda llegar del punto A al punto B en el menor número de pasos posible. Y también para que quiera, eventualmente, compartirlo, amplificando nuestro mensaje.
Y, atención: coger una plantilla WordPress y adaptar «algunas cosas» se nota. Especialmente en las plantillas gratuitas, que suenen estar bastante mal construidas a nivel de código o, simplemente, pretenden servir para todo y finalmente no sirven para nada.
No se trata de una cruzada contra las plantillas gratuitas, de verdad. Todo el mundo las hemos usado en alguna ocasión, sobre todo al principio. Pero lo cierto es que acaba siendo habitual que queden enlaces que no apuntan la ningún lugar, botones de CTA mal ubicados e imágenes de fondo que no tienen nada que ver con lo que queremos comunicar. El resultado: una web que puede parecer agradable, pero no es eficiente. Un desperdicio de dinero o esfuerzo para quien la administra; y un desperdicio de tiempo para quien la visita.
Ojo a los menús y a los pop-ups
Y lo mismo pasa con los menús. También es muy habitual ver webs con menús mal estructurados, con menús ocultos o semi-ocultos; ¡o sin menús! Y eso sí que es grave, porque organizar la información es esencial y solucionarlo no cuesta nada.
Y, por último, también es habitual (y no debería serlo) encontrar webs que nos reciben con pop-ups de página entera difíciles de cerrar, pidiéndonos que nos suscribamos a una newsletter de la que aún no sabemos nada. No sólo es habitual. Es molesto.
Es como poner una barrera en la entrada de una tienda física que nuestros clientes tendrán que saltar para acercarse al mostrador. ¿Alguien hace eso en la vida real? Claro que no. Entonces, ¿por que lo hacemos en la red? Las tasas de conversión de estos pop-ups son ridículas, como era de esperar, y además están penalizados por Google. Pero, por algún motivo, propietarios de webs y algunos diseñadores continúan apostando por ellos.
En una web, todo lo que hay debe tener un sentido. Y todo debe estar organizado visualmente de acuerdo la un discurso gráfico coherente. No sólo en la web; también en las redes sociales, campañas de publicidad, etc.
Errores Web (2): no implementar la identidad de marca en la web
Este error web es casi una continuación del anterior. Ocurre bastantes veces que un negocio invierte en crear una marca, contrata un estudio creativo o un estudio de diseño gráfico y acaba estropeándolo todo en su implementación web.
Son casos que hasta te dan rabia, dicho de manera directa, porque la inversión en la elaboración de una identidad no es cualquier cosa. Los estudios creativos generan libros o manuales de marca que explican cuándo y cómo usar cada elemento de la misma. Si se usan en sus locales, en sus publicaciones en redes sociales, etc., ¿por qué no usarlos también en la web?
Un buen equipo de diseño web sabe respetar las indicaciones de los manuales de identidad. Y sabe, además, que debe hacerlo. Pero no siempre se hace. Unas veces por incapacidad, y otras porque se desconoce que exista tal manual. De verdad, no es la primera vez que nos encontramos un detalle que hay que definir en medio de un desarrollo web y el cliente recuerda en ese momento de que tenía por ahí un PDF sobre cómo usar la marca. ¡En mitad del proyecto!
Así que, en serio: invierte en crear una identidad de marca; pero asegúrate de que esa identidad estará presente en todo lo que hagas. ¡Especialmente en la web!
Errores Web (3): texto de menos o de más
Ya se sabe que, en general, las cosas buenas, cuando son breves, son mejores. Pero «en general» no significa «siempre». Y, desde luego, no lo es cuando de lo que se trata es de presentar al mundo una marca, un negocio, un producto o un servicio. Esto es: no sirve de nada limitarse a decir:
«hola, somos [nombre de la marca o de la empresa] y hacemos [actividad principal]. Estos son nuestros servicios: [servicio 1, servicio 2, servicio 3]. Llámenos.
Vender un producto a través de las redes (o reforzar online una compra offline) requiere explicar por qué ese producto o ese servicio es bueno. No es suficiente con asegurar que se tienen soluciones para un problema. Hay que explicar por qué esas soluciones son perfectas para esta o aquella necesidad.
Tampoco sirve de nada explicar nuestra vida si no viene a cuento. Hay que pensar en quien nos visita en esa casa digital que es nuestra web: lo que quiere es saber a que nos dedicamos y si podemos ser de utilidad. Y no suele tener tiempo para mucho más.
Nuestra filosofía de vida importa poco la mayoría de las veces. Explicar nuestro enfoque o los motivos que nos llevaron a ofrecer este servicio o aquel producto no siempre sobra. Pero, más veces de las que deberíamos, nos encontramos webs en las que se dedica más de la mitad del texto a eso, y casi nada a lo otro, a lo que vende. Y, claro: así es imposible.
Errores Web (4): redacción deficiente o mal orientada
Otro de esos errores web relacionados con el texto, y que también pasa a menudo: negocios que se esfuerzan en definir una imagen gráfica de marca, la aplican en todo tipo de campos y estropean el resultado con una redacción al nivel de un niño de diez años.
El principal problema aquí suene ser de disociación. Porque una cosa es cómo suenan las frases en tu cabeza y otra bien diferente es cómo van a ser interpretadas por el público. En una web no se redacta igual que en un texto periodístico, ni del mismo modo que en un texto literario.
Como una web tiene una orientación específica — convencer y generar leads o conversiones —, el texto debe cuidarse al máximo. No sólo evitando los errores ortográficos, que nos delatan inmediatamente; sino también poniendo atención al uso de signos de puntuación, longitud de las frases, exactitud de las palabras que usamos en relación a los conceptos que queremos transmitir, etc.
Por fortuna, también en esto hay profesionales y servicios específicamente orientados para los textos web. Son los llamados copywriters. Y hay gente a a la que se le da fantásticamente bien.
Lo esencial, aquí, es entender que una identidad de marca no se construye sólo con elementos gráficos bien definidos, sólidos y coherentes. También se construye dotando a tu marca de un tono y de un discurso claro y bien definido. Y respetándolo.
Errores Web (5): disparar en todas direcciones
Otro tema relacionado con el texto. Si quieres vender viajes, tienes que comunicar pensando en clientes que quieren viajar. Si lo que vendes son zapatos, no sirve de nada tratar de convencer a quien busca libros de autoayuda. Esto, que es bastante evidente, así contado, no parece serlo tanto a la hora de diseñar el texto de nuestras webs.
Tenemos que pensar en ellas como en un enorme filtro que segmenta todo el público que pasa por delante de nosotros. Definir un cliente tipo, un buyer persona, ayuda enormemente a orientar los textos, el tono del discurso y los ganchos con los que intentaremos captar su atención.
En resumen: webs que no se focalizan no convierten visitantes en clientes. Y, de hecho, tienen ya grandes problemas a la hora de conseguir visitas. Así que la solución es relativamente fácil: definir el público objetivo y orientar toda la comunicación en su dirección.
Errores Web (6): no pensar en el SEO
Lo más probable es que, a estas alturas, ya tengas perfectamente claro que realizar un correcto trabajo de SEO es fundamental. Pero seguimos encontrando clientes que no saben ni lo que es. Y muchos (muchos) que saben lo que es, pero no cómo trabajar con él.
En otro artículo ya hablamos de qué es el SEO, y entre nuestros servicios de diseño web y copywriting realizamos tareas específicas para conseguir este tipo de optimización. Pero, aun así — seamos honestos — no sirve de nada hacer una optimización fantástica antes del lanzamiento de la web si después no se mantiene en el día a día.
Y además, conseguir un SEO natural, a base del trabajo de los textos con técnicas de copywriting, ahorra mucho dinero en publicidad para aparecer mejor posicionados.
Errores Web (7): olvidarse de que se tiene una web
Abrimos esta lista con el error más común de todos los que nos encontramos en el día a día y la vamos a cerrar con el error más grave. Olvidarse de que se tiene una web.
No es que una web sea como una planta que hay que regar, abonar y podar. Pero las relaciones con los visitantes y clientes que se establecen através de ella sí lo son. Hay que cultivarlas. Hay que ayudarlas a crecer.
Plugins que dejan de funcionar porque dejaron de ser actualizados; feeds de redes sociales o mapas que no se muestran; enlaces o botones que no llevan a ningún lugar; imágenes minúsculas no preparadas para el tipo de pantallas que usamos hoy en día; etc. Estos son algunos de los síntomas de una web descuidada.
Pero también son síntomas de que el negocio o la marca no dedica tiempo a desarrollarla por ella. Y esto puede interpretarse de varias formas, ninguna buena. En consecuencia, quien entra, acaba saliendo sin llegar a saber qué ofrecemos y por qué debería tratar con nosotros.
Dado que la mayoría de webs están construidas sobre WordPress, actualizar esos plugins tampoco suele ser demasiado difícil. Pero, en todo caso, los servicios de mantenimiento web, para asegurar que funciona y es segura para los usuarios y usuarias, no son caros.
Si necesitas una mano con esto, o con algo de lo anterior, podemos ver cómo ayudarte.
Bonus Track: la cuestión de la velocidad
Uno de los grandes indicadores de las páginas mal diseñadas es el tiempo de carga. Y es increíble a cantidad de gente que presta nula atención a esto.
Si nunca has realizado un test de velocidad, existen buenas herramientas a mano. Fiables y gratuitas, además. Aquí te recomendamos GTMetrix, el PageSpeed Insights de Google y Pingdom, de SolarWinds. En todos los casos sólo tienes que dejar la URL de tu web en la caja correspondiente y esperar a los resultados de la prueba, que tardan unos pocos segundos.
La mayoría de veces, los resultados no serán maravillosos. Pero no te desanimes, se pueden corregir. Y además, ambos servicios ofrecen algunas ideas de cómo mejorar el proceso de carga.
En todo caso, esto es importante porque una web mal estructurada, con redundancias de código, imágenes mal dimensionadas, llamadas a la acción cortadas, etc., suene ser más pesada, cargar más lentamente y provocar que muchos usuarios desistan de entrar. Y, si no entran, ¿para qué sirve esa web?